Por Juan Tomás Valenzuela
No bien va Alexis, al bote,
o más bien al paredón
y aparece corrupción,
ahora en un nuevo brote.
El que comía cachalote
en el gobierno pasado,
también tenía un entramado
ligado a electricidad,
formado por la hermandad
de sobrinos y cuñados.
Tenían montada una mafia
que compraba medidores,
a algunos distribuidores
que obraban con cierta audacia.
La ausencia de democracia
era evidente esta vez,
pues con la desfachatez
que se asignaban los montos,
es obvio que aquí los tontos
son los fiscales y el juez.
Lo que vendías los insumos,
todos hermanos de Candy,
ya eran más ricos que Diandy
y no se apeaban un jumo.
Yo, por lo pronto presumo,
que el negocio de esta gente,
no lo sabía el presidente
ni la “esposa” de Leonel,
porque ellos, al parecer
eran más inteligentes.
Los del Sol de la Mañana,
Óscar y Danny en Hoy Mismo,
muy lejos del periodismo,
eran parte de la trama.
Los unos, le hacían la cama
a Danilo y a Rondón,
los otros, tenían acción,
también como suplidores,
haciendo de “emprendedores”
bajo todo este crespón.
Miriam, tá cerrada a banda,
y ha lanzado directrices
a Camacho, a Berenice
y a tó los de su baranda.
Ni la nuera de Yolanda.
ni el marido de Candita,
podrán faltar a la cita
que le ha cursado la historia,
pues todas estas escorias,
si van a cobrar colita.
Juan de los Palotes
11 diciembre 2020